La tensión aumentó con la crisis de Berlín en 1949 que dividió Alemania en un país capitalista y otro comunista, el final de la guerra civil china ese mismo año y el inicio de la guerra de Corea al siguiente. Además, la URSS probó con éxito su primera bomba atómica, lo que disuadió a Estados Unidos e instauró el temor a la destrucción mutua. Aunque hubo episodios de riesgo límite, como la crisis de los misiles en Cuba de 1962, se pudo evitar el enfrentamiento nuclear.
Como respuesta a la tensión bipolar, India, Egipto, Indonesia y Yugoslavia impulsaron en 1961 el Movimiento de los Países No Alineados, que buscaba agrupar a los que no pertenecieran a ninguno de los dos bloques para asegurar su independencia de intereses extranjeros. El grupo sigue activo y actualmente representa a casi dos tercios de los miembros de la ONU, pero con la caída de la URSS perdió su sentido y, con ello, muchos apoyos.
La Guerra Fría terminó en 1991 con el fin de la URSS, finalizó con la crisis del socialismo, la caída del Muro de Berlín y la separación de la Unión Soviética.
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Con el fin de la Guerra Fría se redujeron las tensiones internacionales y los peligros de posibles ataques bélicos de grandes magnitudes. que ya arrastraba décadas de dificultades. El inmovilismo político del presidente soviético Leonid Brézhnev le impidió responder con eficacia a la crisis del petróleo de 1973 y a las demandas políticas de finales de esa década. La pérdida de legitimidad interna, junto a la fallida intervención en Afganistán, erosionó el prestigio internacional de la URSS. Mientras, la Administración de Ronald Reagan reforzaba la capacidad militar de Estados Unidos.
Cuando el último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, llegó al poder en 1985, impulsó una serie de reformas liberalizadoras y democratizadoras que desencadenaron una oleada de revoluciones independentistas y anticomunistas en países del bloque oriental, encabezadas por la caída del Muro de Berlín en 1989, y que se extendieron a la propia Rusia. Finalmente Gorbachov renunció a su cargo y la URSS se disolvió en diciembre de 1991, abriendo paso a una época de hegemonía estadounidense.